La Iglesia Evangélica Bautista de Lleida celebró ayer sus 75 años de servicio a la comunidad. Lo hizo con un culto especial en el templo de la avenida Alcalde Porqueres que reunió a pastores y a miembros de la comunidad. El acto, que comenzó con una oración y el himno Castillo fuerte es nuestro Dios, contó también con la presencia del alcalde, Fèlix Larrosa; el vicepresidente de la Unión Evangélica Bautista de España, Rubén García; y el vicepresidente de la Unió de les Esglésies Baptistes de Catalunya, Josep Lidón. El Paer en cap dijo que “estamos ante momentos complicados, con un cierto negacionismo sobre los valores de la justicia social”, por lo que interpeló a la comunidad evangélica bautista para “poner en valor vuestra iglesia en favor de las personas que más os necesitan”. En este sentido, Larrosa mostró su apoyo a esta comunidad, asegurando que “nuestros conciudadanos necesitan a personas como vosotros que podéis hacer de esta una mejor ciudad”. El acto también recopiló los saludos de algunos pastores que han pasado por esta iglesia a lo largo de su historia en Lleida, como Fèlix Fontanet, Hilda Dorado, Manel García, Pilar Ladra, Juan José Escudero y Blandina Ronsano. Por su parte, Pau Simarro, protestante de quinta generación y que llegó a presidir la Unión Bautista (el equivalente evangélico de la Conferencia Episcopal Española) ofreció un breve repaso de la historia de esta comunidad, que se constituyó formalmente en 1949 en Lleida aunque “antes ya había testimonio evangélico” en el territorio, recordó Simarro. Explicó que, en aquellos inicios durante la posguerra, “la gente se tenía que reunir en los pisos” por la persecución de la dictadura franquista. La comunidad está formada por 150 fieles, según las últimas cifras.